CASA EN EL CERRO COTURCO

 
 
 

FICHA TÉCNICA

Autoría:
Arq. Mario Cueva
Arq. Juan Calderón

Colaboración:
Arq. María José Iturralde     

Maqueta:
Evelyn Pazmiño
Paula Rubio

Ubicación:
Yaruquí – Quito D.M.

Planificación:
2019

Área:
553.35 m2

 

memoria

LOS PRINCIPIOS DE UNIDAD Y EFICIENCIA ESPACIAL BUSCAN ACOGER LOS AMPLIOS REQUERIMIENTOS PROGRAMÁTICOS DE LOS USUARIOS. El porche PRINCIPAL aparece como el elemento que vincula, y a su vez separa, la vida doméstica y la vida social, y abre la relación DE LA VIVIENDA con el entorno natural Y SUS MÚLTIPLES TOPOGRAFÍAS Y PAISAJES.

El proyecto se implanta en un lote de 7 hectáreas, a 2750 metros de altura, con una doble pendiente positiva referencial de 12° con respecto a la vía de acceso, en medio de un bosque de eucaliptos. Algunos claros en el bosque permiten vistas predominantes hacia el oeste sobre el cerro Ilaló, el valle de Tumbaco, y la cordillera occidental; y hacia el este a la cumbre del cerro Coturco.

En términos generales, el proyecto busca resolver, por un lado, la necesidad de la familia de un programa arquitectónico amplio que les permita alojar sus actividades domésticas y sociales, y por otro, buscar no romper con la idea de unidad espacial que creemos la vivienda, el hogar, debe tener. El porche aparece como el elemento que vincula, y a su vez separa, la vida doméstica y la vida social, y abre la relación con el entorno natural.

El programa arquitectónico se resuelve en dos crujías: una frontal, orientada hacia la vista principal (oeste), que contiene la zona social principal, cocina, zona de estar y dormitorio principal; y otra posterior, que alberga, a medio piso, los dormitorios de los niños –con vista al cerro Coturco-, estudio y zonas de servicio. Ambas crujías se separan por un eje de circulación que articula todas las dependencias de la casa. Un tercer volumen anexo contiene los estacionamientos y zonas de servicio adicionales que, junto con la topografía, terminan de configurar una plazoleta de acceso a la vivienda, después de una ascensión de 200 metros lineales desde la vía pública entre el bosque de eucaliptos, en un descubrimiento progresivo de la arquitectura.

La crujía frontal se quiebra en tres segmentos para adaptarse a las condiciones topográficas del sitio. Los dos puntos de inflexión generan, por un lado, lo que consideramos el espacio principal de la vivienda: un porche delimitado por paramentos transparentes que lo relacionan directamente con la zona social principal y la cocina, y a su vez, con los espacios exteriores complementarios: piscina, zona de gimnasio, y jardines. El segundo quiebre genera el estar familiar, que actúa como punto de transición hacia los espacios más privados de la vivienda. En ambas estancias, los puntos de rotación alojan puntos de calor –chimeneas, hornos y cocina- que refuerzan el sentido integrador de estos espacios.

Un conjunto de muros y pilares de hormigón armado resuelve la base estructural principal de la vivienda, que se complementa con una estructura de cubierta inclinada de vigas de madera de pino laminado, que además de captar luz cenital y brindar calidez al interior de los espacios, pretende ser coherente con los beneficios que, en términos de sustentabilidad, ofrece este material a la producción constructiva contemporánea.