EDIFICIO TAMAYO 2359

memoria

El proyecto se plantea como un conjunto arquitectónico junto al edificio Tamayo 6266, adoptando sus principios generales de solución estructural, material, distributiva, compositiva y estética.

El edificio Tamayo 2359 se implanta en el centro norte de la ciudad de Quito, barrio La Mariscal, en un terreno plano de 360 m2. La normativa vigente permite una forma de ocupación del suelo aislada, con construcciones de 8 pisos o 32 metros de altura, 5 metros de retiro frontal y 3 metros de retiro en los linderos laterales y posteriores. En este predio, un acuerdo entre propietarios permite el adosamiento en el lindero lateral noreste hasta los 32 metros de altura.

 El proyecto se plantea como un conjunto arquitectónico junto al edificio Tamayo 6266, adoptando sus principios generales de solución estructural, material, distributiva y compositiva. La variación más significativa radica en la solución de la planta arquitectónica tipo, en donde las limitadas medidas del lote demandan una exploración geométrica que resuelva los ingresos desde los halles de circulación comunal hacia las unidades de vivienda. Esta solución permite reforzar también las relaciones visuales de los espacios habitables acceso-interior-paisaje, así como las internas.

 En la búsqueda por mediar entre la forma del terreno y el intento por aprovechar al máximo posible el metraje útil disponible, surge una fachada cuyo perfil reconoce la geometría de la calle, y cuyos límites verticales se adaptan al orden espacial interior, buscando bloquear en lo posible las relaciones visuales desde los departamentos hacía el predio frontal, para fugar las vistas hacia el sur: hacía el parque El Arbolito, hacia la Asamblea Nacional, hacia el Panecillo. En su contacto con el edificio Tamayo 6266, el perfil de las losas genera una grieta que marca visualmente la autonomía de los dos edificios, dentro de sus esfuerzos por convertirse en una unidad.