EDIFICIO TAMAYO 6266
FICHA TÉCNICA
Autoría:
Arq. Mario Cueva
Colaboración:
Chiara Stornaiolo
Juan Felipe Quiñones
Maqueta:
Doménica Noboa
Ubicación:
La Mariscal - Quito D.M.
Paisajismo:
Lorena Velasco
Santiago Palomeque
Colab. Especial:
Alexandra Moshenek
Artista en vitrofusión
Planificación:
2015
Construcción:
2016-2017
Área:
3204.65 M2
Cliente:
Consisa Cia. Ltda.
Fotos:
Bicubik
“Sobresale la flexibilidad funcional mediante la estructura de muros y diafragma de hormigón armado visto al exterior, la clara y equilibrada composición del cuerpo volumétrico por el ritmo horizontal de las losas y la verticalidad del núcleo fijo, el espacio de transición urbana, y el uso de sistema de cerramiento seco y liviano con disminución en tiempo de construcción y de desperdicios”. Revista Trama 149 Año 41
memoria
Promover el uso mixto y la adecuada integración del edificio con el contexto urbano; explorar criterios de flexibilidad espacial; e innovar con el uso de sistemas constructivos alternativos, fueron las ideas centrales para el desarrollo de este proyecto.
El edificio Tamayo 6266 se implanta en el centro norte de la ciudad de Quito, barrio La Mariscal, en un terreno plano de 430 m2. La normativa vigente permite una forma de ocupación del suelo aislada, con construcciones de 8 pisos o 32 metros de altura, 5 metros de retiro frontal y 3 metros de retiro en los linderos laterales y posteriores. En este predio, un acuerdo entre propietarios permite el adosamiento en el lindero lateral noreste hasta los 13 metros de altura, y de hasta 32 metros al lado suroeste.
Dadas las condiciones del contexto -diversidad de usuarios, accesibilidad a servicios, y conectividad con sistemas de transporte público- se plantea un programa de uso mixto con comercio, oficinas y vivienda.
Estos usos se distribuyen en un esquema estructural simétrico en base a muros y diafragmas de hormigón armado, que resuelve las plantas de estacionamientos, el núcleo de circulación vertical, y determina las posibilidades distributivas de los niveles superiores.
El espacio de transición urbana se da a través de una plazoleta de uso público, a la que sirven dos locales comerciales. El ingreso a la torre se resuelve al centro de la planta. Los jardines y detalles de cerrajería y vidrio de la fachada frontal, buscan dialogar con la escala humana y la memoria arquitectónica residencial de mediados del siglo pasado, característica de este barrio.
La primera y segunda planta alta están destinadas al uso de oficinas, con la posibilidad de convertirse en unidades de vivienda. Las cinco plantas restantes están destinadas exclusivamente a departamentos, con tres tipos de unidades de distintos metrajes (65m2, 75m2 y 120m2), que manejan criterios de flexibilidad funcional y reversibilidad distributiva, doble frente de asoleamiento, así como ventilaciones y vistas cruzadas a través del espacio hacia el paisaje circundante, que cambia conforme la torre avanza en altura.
Todos los pisos están conectados verticalmente por vacíos en el hall de ascensores de cada nivel, que desembocan en la terraza de uso comunal. Estos vacíos brindan iluminación y ventilación natural en todos los espacios de circulación. Así mismo, los 3 subsuelos están conectados verticalmente por una doble triple altura, suprimiendo el uso de ventilación mecánica.
La estructura principal de hormigón armado está delimitada por un sistema de cerramiento seco y liviano, a partir de un módulo de 1.22 metros, construido con paneles de fibrocemento machihembrado. El envolvente se construyó en 6 semanas, con índices de desperdicios menores al 2%. La mayoría de la tabiquería interior es liviana, y la madera de eucalipto –laminada y aserrada- es utilizada en varias estructuras secundarias de espacios de uso público y privado. Estos sistemas refuerzan la idea de eficiencia constructiva y criterios de reversibilidad que se manejan en el proyecto. Así mismo, el hormigón armado y el fibrocemento han sido dejados a la vista, considerando la reducción de costos de mantenimiento en el tiempo, así como la idea de austeridad, orden y equilibrio que la composición del cuerpo volumétrico pretende transmitir al contexto en que se implanta el edificio.